miércoles, marzo 02, 2005

es una vergüenza pero afortunadamente ya perdí gran parte de mi pudor.
the night is climbing, and im not there yet. por eso si me he tardado en escribir fue por flojera vil, sin excusas o tratados laborales que condonen la supuesta pena que me dá el aceptarlo. los registros de mis horas campiranas pasaron de largo, yo haciendo un poco de caso a los eventos extraordinarios en la vida de los habitantes de crieff y entregándome a la contemplación de cuervos bien nutridos, entierros semanales y pláticas con george el gato negro vagabundo. cuando nevaba él se embarraba contra el cristal de la puerta, se paraba en dos manos, sumisamente arañaba un poquito... al final maullaba ritmicamente hasta cansarse. eso era en los días deprimidos. a veces salía el sol y entonces george no venía en días. una vez después de cuatro días desaparecido me trajo de regalo un ratoncito muerto. me agradecía la leche tibia y el tocino con queso cheddar que le daba por las tardes, ponía en evidencia su habilidad para cazar pese a la edad o quizá y esto es lo más problable, me estaba diciendo que después de visitar otras puertas y tomar de platos ajenos, esta seguía siendo su casa preferida, aún cuando el adjetivo de homeless jamás se lo quitamos.