mi nombre es jadejaz y llevo dos meses en esta ciudad. este mismo tiempo tengo de no hablar con mi marido. nuestros horarios están encontrados y cuando uno llega el otro está jetón, cuando él se va yo babeo y cuando llego él está abrazando la almohada. vivimos en la casa de mis padres mientras termino mi escuela, mientras mi madre regresa, mientras nos adaptamos a la contaminación y el tráfico. hoy les dije que me iba, con o sin esposo, a buscar un depto y vivir sola y deprimida como allá porque extraño un poco de mi vida en el pueblo chico. todos se guardan sus pensamientos ponzoñosos frente a mí y los vomitan apenas me doy la vuelta. estos dos meses me sirvieron para ver que todos necesitamos ser sacudidos de la espina, dejados en un lugar donde nadie te pela, sin dinero ni amor ni sexo, que sólo estando en la miseria -si no literal sí metafísica- de la soledad no aceptada para abrir un poco los ojos. la desgracia es que pocos los abren y como la metáfora de la caverna, estamos en tinieblas. yo antes me conformaba con mi cueva full service... que ahora no me baste es, supongo, lo que me trae deprimidaza. ni modo (sonó el teléfono y me cortó mi declaración).