viernes, junio 28, 2013

algo del pasado

es el capítulo 7 que alguna vez me suspiraste mientras bebíamos sorbos de vino y tú comías berenjenas y yo te dije que la lengua me hormigueaba. reiste hasta llorar, con el bocado escapando de tu boca torturadora, hasta sudar y quitarte las tres capas de ropa que te convertían en una cebolla humana. "eres linda y divertida..." yo pensaba que todo era raro, porque vagaba por paris sola y a las 11 de la noche te aventaba las llaves por el balcón que caían irremediablemente en la nieve por más que quisiera atinarle a tus manos. sobrevivía de chocolate caliente y brioches, fumaba y hablaba cada tercer día con mi madre. una vez me llevaste a la librería de usado y una gitana me dijo que tuviera cuidado de tí "clochard"... hablaste un francés loco y rápido que no entendí y luego me besaste, con tus labios de goma de borrar. otra noche me hiciste traducir toda la canción de los rodriguez ("de un tiempo olvidado ha venido un recuerdo mojado, de una tarde de lluvia, de tu pelo enredado...")  lloraba porque era nuestra historia y tú no entendías nada de nada, sólo me arrastrabas al puente ese y abrias el libro en el capítulo 7, como para recrear la historia de la maga y oliverio. me dabas otro beso y volvías a suspirar palabras, alejando la imagen de un rocamadour que siempre nos perseguía. luego maldijiste cuando intentabas ponerme la mariposa azul que compraste en d'orsay y terminaste por perforar tu dedo. limpié la sangre y ofrecí quedarme hasta ver la cicatriz, pero era una herida mucho más grande y profunda, "es como el sena, nunca sabes dónde es más hondo". el invierno terminó. el capítulo infinitamente releído perdió sentido. los aeropuertos abrieron y salimos a jugar rayuela, con otros contrincantes, con otro equipo. hoy estoy en la casilla 6 y hace dos meses que llamaste, dijiste que siempre estarías en la 7.