jueves, noviembre 21, 2002

no me importa si tengo o no la culpa. no daré más explicaciones. estoy cansada de gastar palabras explicando el porqué dije o hice algo. tengo tantas cosas qué hacer y el cerebro ya no me da para más y quiero gritar, salir corriendo, voltear la cara y no ver nada que pueda reconocer. a veces me dan ganas de llorar en esta pinche oficina pero mis lagrimales se resisten a hablar en este ambiente estéril. luego voy al baño y allí saco dos o tres lágrimas. luego respiro hasta donde puedo y oprimo el botón de alarma.