lunes, septiembre 19, 2005

los meses corren. tiene uno que no escribo aquí, dos que no veo a rk, tres que no me fumo un cigarro. mi vida no es tan interesante para marcar una docena de acontecimientos así que el calendario terminará aquí.

algo que recuerdo y está marcado en todos los medios de comunicación (tragedia=potencializador infinito de rating) por supuesto es el temblor del 85. yo apenas saboreaba las amarguras de los estudios: recién iniciaba la primaria, el ritual de los corn flakes y el peinado extrarestirado, el chaleco con seis botones dorados que sin falta se caían semana tras semana.
como digo, me acostumbraba apenas a esto cuando la sacudida comenzó. recuerdo haber reído por aquella imagen, mi madre agarrada de las trenzas amarillas de mi hermana, ésta llorando, mi papá saliendo del baño, todo en cámara lenta, las cosas se caían, la casa crujía. al poco tiempo paró y regresamos a la rutina. camino a la escuela pasamos por el metro y ví cómo la gente se salía de los vagones, algunas mujeres histéricas, empujones, se saltaban las bardas de alambre, corrían por insurgentes. todo muy raro para mí. por supuesto que ese día no hubo clases así que nos regresamos a la casa. yo sólo pensaba en mi día libre, los danoninos de fresa que me esperaban en el refri, los vestidos de barbie. caramba, puedo decir que no fui una niña muy activa jejeje.
luego ya vimos la dimensión de la tragedia. luego abrimos los ojos a las maratónicas transmisiones, los discursos, la mentira, los poemas vanales, la demagogia, la hipocresía.
hasta parece que fue ayer no? creo que estoy un poco agria hoy. ya mañana escribiré cosas bonitas, o bueno, al menos lo intentaré.