miércoles, enero 22, 2003

me enamoro de tus peros con acento británico. de las cosas que dices en doble sentido y que se escuchan tan raras en francés. espero todas las noches que, entumido, me avientes una piedrita para que te baje a abrir. sueño con calentar tus manos, como en el pont neuf, cuando dejaste de caminar y las metiste debajo de mi camiseta térmica: eran las tres de la mañana y no teníamos sueño entonces regresamos al departamento y nos conocimos una y otra vez hasta las siete. extraño tus rarezas, las líneas que dibujábamos desde champs de mars hasta opera... así las noches solitarias, pienso en tus piernas asfixiando las mías y me quedo mucho tiempo despierta, imaginando qué estarás haciendo con tus siete horas de ventaja.