jueves, enero 16, 2003

desde hace varios años mi tendencia a llorar por cualquier cosa ha ido en decrimento. hasta ahora. pensaba que tal y como le pasó a mi tía, me tendría que conformar con gemidos sin agüita que los acompañe. afortunadamente k. me ha traido de regreso los lagrimones escurriendo por mis cachetes con una cadencia que tongolele envidiaria. hoy brotaron unas cuantas mientras me mandaba 15 mensajes (uno y otro y otro, sin esperar respuesta, sólo para decirme que extraña mi respiración) y yo luchaba por contestar pero la pinche máquina se trababa. al final me dice que extraña mis mallitas blancas (so sexy ja!) y las palabras que invento en un francés bien pocho. que no ha cambiado las sábanas porque todavía tienen allure y que cumpla la promesa de comprar una cama individual para el depto (le caga que cada quien duerma por su lado. eso me lo comentó la primera noche que pasamos juntos. dudé. ¿y si es de los que casi madrean cuando duermen? pero nop. es de los que te abrazan y luego, ya dormida, acaricia tu cintura, roza con sus labios toda tu cara, se aspira tu exhalación y luego se queda bien jetón).