jueves, febrero 20, 2003

me gustan los peces. evito comer cualquier cosa que venga del mar y sólo el atún es bienvenido (por barato y sano como dice el comercial). no me atrevería a tener una pecera por miedo a que los hierva, como un día lo hizo mi prima al moverle una madre del calentador. hay un pez en particular que visito de vez en cuando. es una mojarra de buen peso, apenas cabe en su humilde pecerita y ve con el ojo en el costado a su dueña: una bola de grasa que con agilidad mueve las tijeras cuando corta el pelo y les da masaje en las orejas a los caballeros que la visitan sólo para sentir sus enormes y cálidos senos. yo voy a su salón cuando mi pelo ya está demasiado chino como para que yo misma lo corte (cosa que casi siempre hago) y la amenazo con llevarme su mojarra en semana santa para hacerla frita y con mucho ajo. me contesta que las brujas no comemos ajo. ja! eso cree.