viernes, marzo 14, 2003

me estoy jeteando sobre mi nuevo escritorio. ahora tengo un lugar decente, con lámpara cancerígena y toda la cosa, mi tel y fax, un archivero y la silla incómoda que parece ser indispensable para la compañía. ayer me quedé despierta con el ren hasta las 3 de la mañana, hablando de lo que hicimos y no, de los sueños y las piedras que siempre nos encontramos. todavía no nos la creemos, jugamos a que nos besamos por primera vez y algo nace de sus ojos verdes y mis labios partidos. nos amamos no sé si mucho-poco, no importa la cantidad por mamón que suene. ayer me dijo que no tenía tiempo para juegos de peleas pendejas y reconciliaciones dizque -o no- apasionadas. lo amo y él lo sabe. viene a este país y me abraza cada día como si estuviéramos en el aeropuerto (orly-mex) y ambos tembláramos porque tenemos miedo de saltar (sólo que ya estamos en picada)... me despierta a las 6 y yo, como araña, me aferro a su pierna hasta que arrastrando me mete a la regadera. y neta, aún no lo creemos.