jueves, mayo 19, 2005

la segunda parte de mi venganza llegó una semana después. se presentó acusándome de haberlo prácticamente abandonado en la peor fase de su vida. por supuesto que me quiso hacer mierda, me dijo reprimida, fresa y casada por interés. me dio una risa tal que me arrastré hasta el baño público y ni tiempo me dio de ponerle los acostumbrados pedacitos de papel sobre el retrete. cuando salí ya se había tranquilizado pero continuó con la idea de irnos de pedos, sin marido por supuesto y que yo debía invitarle las chelas por todo lo que le había hecho.
le dije que sí, que cuando quisiera y sé que me creyó porque no entiende que no pasé un año quemándome por dentro en vano. qué tio.