martes, agosto 04, 2009

la arena va cayendo, no tiene prisa por derrumbar todo, así que se lo toma con calma.
no permite que habiten el interior de su construcción,
sólo autoriza espectadores, que curiosos por ver aquella torre deshacerse sin remedio, se llevan unos granitos del material como recuerdo.
un edificio sin defensa, requemado por el sol, seco y solitario, con las cadenas que levantaban el puente rotas y un foso sin animales ni espíritus.
a veces, cuando la luna tiene su anillo rojo, la estructura cruje y ve los nuevos daños. falta poco para el derrumbe, poco para que todo acabe, sólo hay que esperar.