viernes, junio 29, 2007

de nuevo el mar no cesa.
ayer se abrió la tierra y, húmeda, nos exigió sinceridad. ayer me escuché decir confesiones tan añejas y reprimidas que no pude ni llorar. y después, en el taxi, seguí diciendo lo que había dejado encerrado -por supervivencia, egoísmo quizá dolor- a un hombre que únicamente miraba el taxímetro y la calle mojada. es un poco loco todo no? el querer aventarme de peñascos emocionales esperando paracaídas humanos, el saber que ya nada NADA es como al inicio del cuento, fairytale fairytale fucking little tale, el abrir ojos boca quizá manos a extraños imaginarios, un poco como la alegría que siento cuando leo tu carta y otro poco como esa tristeza que ya no avanza más por falta de espacio. así es la vida, así de amplia, que le cabe todo y todos, así de placentera y vulgar... así como una noche en que tomé un mojito y dije que todo me conflictuaba. y sí.