jueves, julio 26, 2007

hay un brote que he descuidado por leer en rostros lo que tú me pones en la mesa sin dolor.
ese nacimiento,
principio y fin,
chupa afanosamente el nectar que aún conservo
pero que no le doy abiertamente por miedo a que se haga enorme y de nuevo me devore.
es ese amor de película, de cuento quincenal, de fotonovela
que una vez quemaste y luego buscabas completo, como si nada hubiera pasado.
en ese brote verde, rebelde y necio
se meten todas sus cartas, toditas sus llamadas, todas todas las palabras que lloramos
y por eso no lo quiero vivo
(tiene tanta suerte el que olvida de verdad)
esto que crece en terreno fértil se cortará de raíz y así no tendré que preocuparme por decir de nuevo que te amo, que te creo.
es un miedo a dejarme ir, ya lo sé.
ya me lo haz dicho.
no hay otra cosa que un jodido miedo a entregarte otra vez eso que te di.
estamos tan lejos, en la cama, con mi cuerpo adolorido, tan lejos después de un año, de meses, días... y así puedo seguir, llenando esto... pero como le digo a l. ¿para qué?