y me había olvidado de esa canción, de ese agosto. deletréabamos sueños, caminábamos empapados porque cayeron torrentes veraniegos y sabíamos que también, frente al mar, entregábamos migajitas de alma.
(la piel de espuma y lágrimas
se estira desde el vientre hasta tu boca
y nuestras manos, años atadas años dormidas,
encuentran su bolsillo protector en el cuerpo del otro.
tu cueva -bendita y húmeda-
me habla de canciones, de la eterna saudade,
y no hace falta que lo entienda,
-el escenario no permite un contexto-
porque respiro de tí)
(la piel de espuma y lágrimas
se estira desde el vientre hasta tu boca
y nuestras manos, años atadas años dormidas,
encuentran su bolsillo protector en el cuerpo del otro.
tu cueva -bendita y húmeda-
me habla de canciones, de la eterna saudade,
y no hace falta que lo entienda,
-el escenario no permite un contexto-
porque respiro de tí)
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