lunes, agosto 20, 2007

él siempre me dio la luz para encender mi cigarrillo. ahora que se fue vivo pensando en los cerillos que encendí (uno tras otro tas otro tras otro) en aquella noche de desesperación. imagino su regreso, un momento en slow motion con fondo de henry mancini, con esa canción que bailé con él sin que lo supiera. también me sirvo en hilera vasitos con mezcal y me concentro en esa imagen: slowwwwwwwwwwwwwww. quiero dejarla así, corriendo despacito, que no se acabe nunca, que no me deje así, sola y a oscuras, sin mi punto rojo para dibujar. en mi vida imaginaria también me hizo un café y luego nos acostamos uno sobre el otro y cubrió mis caderas con sus piernas; lo construí en blanco y negro para cargarlo de nostalgia, de eso que llamaba amor. es un tiempo que siempre sueño donde no hay palabras ni letras, donde él apenas y tiene un rostro familiar y que estando con otros, intercambio haciendo puzzles de hombres intermitentes. pero sólo él es constante en mi. así que quiero arrancarle pedacitos de su cuerpo para hacerlos perdedizos y nunca terminar el rompecabezas, para tener espacio en el cuadro de mis días y poner sobre el blanco miradas de hombres con los que juego y besos de otros con quien me castigo. pero aún sigo esperando su regreso y poniendo cuadro por cuadro la imagen de lo nuestro.