no te abandoné. tú no me dejaste. fue como el rio que se bifurca por una roca y la historia común del hombre que habla para mentir. es una parte tuya que aún amo y es la mano mía que te sigue acariciando y no hay nada más, nada más. ¿quién escribe las reglas de esta separación interminable? dejo un pie sobre tu corazón y el otro entre las piernas de mi visitante y yo me abro toda y a todos. menos a mí, claro.
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