iba a empezar este post con la mentada de hace un buen que no escribo... chale, hasta eso ya se me pegó. el tema es que tengo llena la cabeza de pendientes, tareas, problemas, un chingo de cosas... amanezco cansada y tengo sueño todo el día. a veces quiero voltear y gritarle a mi halftime boss que por favor le hable a su jardinero sirvienta chofer marido amante hijo de siete años hermana madre moribunda cuñada recién llegada de su luna de miel vendedor de edredones cocinera y anexos desde un lugar lejano al mío. o qué chingaos, que se ponga a trabajar. ah no, para eso estoy yo. en fin. todo sería caótico si mi paparrini no estuviera en casa... cuando llego está tocando la guitarra, sacando las canciones de oído, pensando qué me hará de cenar. pero no tengo hambre, últimamente no tengo ningún tipo de hambre y eso me preocupa. sólo quiero dormir, a su lado, nomás así, sin hacer nada de nada. buff... empiezo a preocuparme.

tengo dos cosas qué poner aquí: uno, que ayer ren se quedó toda la noche junto a mi camilla sólo viendo cómo me retorcía de la pinche migraña que me dio... también me cargaba al baño cada que quería guacarear. mi mamá aprovechó para preguntarme en chinga si no estaba embarazada (oralessss). ay cómo quiero a ese paparrini... seguimos pensando que el destino por muy culais que sea con ponernos en el mismo hostal nos pagó todas las que nos debía. lo amo, lo amo, bufff neta que si.

una y media y es también sobre ren, que cuando menos lo espero me encuentro papeles con poemitas que escribe en su español pocho y yo me pongo ridículamente a llorar en mi lugar cuando los encuentro y luego me aguanto las ganas de hablarle porque quiero mejor darle un beso larguísimo y luego irnos caminando por reforma polvorienta y mal hecha hasta que llegamos a hidalgo y entonces sí ya le digo que vi su mensaje... él sólo cierra un poco sus ojos verdes y me acaricia la cabeza, sé que desea besarme pero nos gusta jugar antes de leernos una y otra y otra y más hasta que es viernes y por fin podemos irnos el fin a un lugar donde sólo nosotros nos reconocemos.

la segunda es que mi hermana puede irse sin tardanza a la chingada.