martes, septiembre 12, 2006

la supuesta diferencia de sexos, la complejidad de la mente femenina contra la practicidad del hombre, libros llenos de basura generalizadora, la mujer histérica, consumista, tan verdad como las moléculas de hidrógeno en un auto de última generación (1 millón de dólares para la familia modelo), los estereotipos con rebajas especiales y la tarjeta de crédito personalizada con su foto dándote el beso ensayado (el placer de ver a la tipa de la caja cortando la tarjeta será infinito)... millones de bolsas flotarán con artículos imperecederos y prescindibles, tan innecesarios como la mano en el vientre después del sexo (pegostiosa, caliente, incómoda) o el champán caliente y sin burbujas del siguiente dia... todo acabó, qué jodidos, yo con mi mente histérica y tú y el cubo que tienes por cerebro, se llenó de queroseno y a prender la hoguera! nada de champán, nada de regalos, nos incineramos con preguntitas que a ninguno le interesa escuchar (ni hacer ni contestar) y bueno, esto es puramente casual no? así que tomo mis bragas, me pongo el abrigo y nos depedimos de lejos. dos montículos de ceniza son aspirados hacia los ductos de la ciudad.