a miles de kilómetros alguien se está metiendo en la cama, pensando sobre el buen día que tuvo. otros llorarán, millones, sí millones, se rien en este momento, otros lloran y yo, precisamente yo, debía acompañar a los últimos. como dice mi sobrinita, a veces se gana, a veces se pierde. en esta ocasión estamos perdiendo y por mucho. qué jodido es todo esto de tener enfermos en casa.

ceratti lo dijo mejor. los terremotos interiores pueden destruir el alma en menos de un segundo, hacer polvo los ojos que alimentaban el sueño nocturno, tomar los nervios centrales y tejer una bufanda que cubrirá el cuello pálido de una mujer.
él también escribió con mejor ritmo y rima sobre un té que se enfría. yo digo que la tetera nunca será para 3, aunque bebamos a sorbos este amor que compartimos; he vaciado mi taza, mi cabeza... me he subido al camión dejando en la banqueta el anillo, las excusas... desbordada, así también me subí.

en conclusión, ya sin palabras de más ni símbolos de expresión, escribo que jazmín está diluida en este momento al 90%
el cielo se abrirá y yo me evaporaré.