martes, septiembre 27, 2005

una nueva oleada se aproxima a la costa. sin inmutarse, rk me envía las señales de que es tiempo de mudarnos. no de casa sino de país. otra vez las despedidas, los lloriqueos, otra vez la añoranza. a veces quiero un poco de paz y a veces la guerra me hormiguea en las manos. en mí se libran batallas mentales por aceptar o darle la historia de que todavía se puede vivir en esta ciudad. y es que yo digo que no está tan mal. y el dice que podría estar mejor pero no aquí. no hay niños, no hay raíces. ¿qué nos queda si yo digo que no y tú te aferras al sí? seguimos sin encontrar el centro que nos contenga. lo más cagado es que estoy hablando como si ya fuera una realidad, como si tuviéramos ya los papeles aprobados, el hotel listo, o sea, la logística echada a andar. y no, no tenemos nada, sólo su idea... pero no malinterpreten, que rk es un action man y como tal debo prepararme.

lunes, septiembre 26, 2005

un sueño larguísmo se enredó en mis neuronas. varias veces desperté, me volví a dormir y el sueño continuaba. son varias las cosas que me llaman la atención de este capítulo: me mostraron una y otra vez que no importa cuántas veces regreses el tiempo, el final será el mismo; que el destino existe como una decisión suprema de no se quién, y en el intermedio entre el punto 1 y el 2, o sea, nacimiento y muerte, puedes tomar todas las decisiones que quieras, por buenas, vanales o egoístas que sean. ahora bien, el punto dos, la muerte, es el gran misterio no por la muerte en sí misma, sino por la forma en que llegará. este sería el punto inicial del sueño, en el que una persona que quiero mucho muere asesinada. la angustia que esto me provoca se repite una y otra vez, como la imagen de su hermana que me dice en cada habitación que la muerte está aquí y no hay remedio. muere aún cuando yo regreso el tiempo y busco opciones, de escape, de encierro; en una ocasión denuncio al asesino, en otra me llevo a la pre-víctima en un automóvil rojo lleno de arena (??). no importa lo que haga, siempre muere. además de esto, me llamó la atención la importancia que en el sueño, tiene el dinero. como pensé en escribir, junto a mí caminan personas de otros tiempos y relaciones, exnovios, amigas, familiares. en una especie de conciencia colectiva, sabemos que hay mucho dinero en un lugar, pero también nos sabemos vigilados, por un "acosador" que me sigue a todos lados y me envía mensajes supongo que telepáticos (!!) que cambian mis decisiones. al final del sueño no puedo recordar si encontrábamos el dinero o no, creo que no, y yo lloraba porque nuevamente el asesinato había ocurrido. qué rollos.
supongamos que ayer no le di a un astra negro. imaginemos que yo no iba manejando sobre reforma a eso de las 5.45. digamos que aún cuando puse mi direccional, el tipito no me vio y por eso le aceleró para obstruir el segundo carril. también digamos que yo no quería caer en el lugar común de las mujeres que manejan en esta ciudad... y caí. por salud mental lo olvidamos no?

lunes, septiembre 19, 2005

los meses corren. tiene uno que no escribo aquí, dos que no veo a rk, tres que no me fumo un cigarro. mi vida no es tan interesante para marcar una docena de acontecimientos así que el calendario terminará aquí.

algo que recuerdo y está marcado en todos los medios de comunicación (tragedia=potencializador infinito de rating) por supuesto es el temblor del 85. yo apenas saboreaba las amarguras de los estudios: recién iniciaba la primaria, el ritual de los corn flakes y el peinado extrarestirado, el chaleco con seis botones dorados que sin falta se caían semana tras semana.
como digo, me acostumbraba apenas a esto cuando la sacudida comenzó. recuerdo haber reído por aquella imagen, mi madre agarrada de las trenzas amarillas de mi hermana, ésta llorando, mi papá saliendo del baño, todo en cámara lenta, las cosas se caían, la casa crujía. al poco tiempo paró y regresamos a la rutina. camino a la escuela pasamos por el metro y ví cómo la gente se salía de los vagones, algunas mujeres histéricas, empujones, se saltaban las bardas de alambre, corrían por insurgentes. todo muy raro para mí. por supuesto que ese día no hubo clases así que nos regresamos a la casa. yo sólo pensaba en mi día libre, los danoninos de fresa que me esperaban en el refri, los vestidos de barbie. caramba, puedo decir que no fui una niña muy activa jejeje.
luego ya vimos la dimensión de la tragedia. luego abrimos los ojos a las maratónicas transmisiones, los discursos, la mentira, los poemas vanales, la demagogia, la hipocresía.
hasta parece que fue ayer no? creo que estoy un poco agria hoy. ya mañana escribiré cosas bonitas, o bueno, al menos lo intentaré.